Disciplina vs. Motivación

Jubal

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En estos albores de 2019, como en todos los comienzos de año, estamos llenos de proyectos y siempre que queremos llevarlos adelante, lo primero que hacemos es buscar algo que nos motive a hacerlo.

Sin embargo, existe otra opción que, entre los occidentales, no goza de buena reputación y se trata de mentalizarse y practicar la disciplina.

Esta situación se encuentra estrechamente relacionada con la cuestión de que el método influye directamente en los resultados.

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La diferencia está en que la motivación se centra en una suposición en la que para completar una idea se debe tener un buen estado mental y emocional; mientras que en la disciplina el estado de ánimo y los sentimientos no se mezclan, lo que da en promedio resultados mucho más beneficios y certeros.

Cuando una acción depende de los sentimientos, estar esperando la motivación adecuada se convierte en una postergación engañosa, por ello es que con la disciplina se evita procrastinar (postergar) la realización de tareas. Si estás esperando encontrar el momento en el que te sientas preparado para hacer algo, estás acabado. Y justo es de esa manera como aparecen los síntomas de la postergación.

A veces el mundo real necesita que las personas hagan las cosas que nadie "querría realizar con entusiasmo". Por lo tanto, la motivación se presenta como un obstáculo insuperable que intenta dirigir el entusiasmo hacia algo que objetivamente no se merece.

Si dejas que los sentimientos hagan el trabajo por ti, al final lo único que lograrás es retrasar todo, pues no siempre tendrás el ánimo de hacer las cosas y estarás constantemente posponiéndolas. Si te disciplinas, en cambio, el mal humor y desánimo jamás serán un impedimento o un motivo de retraso en lo que quieres lograr.

Lo que debes hacer es cortar la línea entre las emociones y los actos, y enfocarte en los objetivos que te has propuesto. Así es la única manera en las que en realidad logras las cosas sin desmotivarse a medio camino y sin dejar las cosas para después. Si buscas hacerlo mediante la motivación tarde o temprano dejarás de hacer las cosas cuando ya no te sientas motivado como siempre y todo quedará ahí sin realizarse.

Vale decir que la motivación debe existir y es sumamente necesaria cuando intentas aumentar la presión, o en el mejor de los casos cuando intentas conservar y transformar la energía para un objetivo concreto, pero sirve solo en casos específicos ya que no es sustentable en el tiempo.

Define tus objetivos de largo alcance, tus razones, tus buenos motivos. En base a ello, construye tu disciplina y crea hábitos. No los discutas, cree en ellos, cree en ti mismo. No todos los días estarás motivado, pero si eres disciplinado conseguirás cumplir con tus objetivos.

Idealmente sería excelente que ambas cosas ocurran (estar motivado y ser disciplinado), pero cuando una de las dos cosas no sucede, lo mejor es ser disciplinado (es algo que se puede aprender y que no depende del estado de ánimo o de las circunstancias).
 

marianocordoba

Administrador
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Si dejas que los sentimientos hagan el trabajo por ti, al final lo único que lograrás es retrasar todo, pues no siempre tendrás el ánimo de hacer las cosas y estarás constantemente posponiéndolas.
Donald Trump solía decir que si no tenías ganas de hacerlo, eso es probablemente lo que debes hacer :)

Idealmente sería excelente que ambas cosas ocurran (estar motivado y ser disciplinado), pero cuando una de las dos cosas no sucede, lo mejor es ser disciplinado
Me encantó esto.

Excelente aporte @Jubal
 
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